Nuestra peripecia en Vietnam dio comienzo en la Ciudad de Ho Chi Minh, antigua Saigón, al sur del país. Nuestro vuelo proveniente de Dubai nos dejó en la terminal internacional, donde nos recogió un conductor del hotel en el que nos hospedamos, Saigon Europe, muy cerca del mercado de Ho Chi Minh y el centro neurálgico de la ciudad.
El viajero que llegue a Ho Chi Minh experimentará de primera mano la locura urbanística del sudeste asiático. Según salga del aeropuerto será recibido por miles de motoristas sin orden ni control que hará de su trayecto algo inolvidable. Ante el aburrido orden occidental, el caos circulatorio vietnamita se convierte en un regalo para los ojos.
Una vez ya en la Ciudad de Ho Chi Minh, tenemos que visitar unos must see, mientras saciamos nuestro apetito con buena comida y fantástica cerveza (muy parecida a las rubias españolas).
Qué ver en Ho Chi Minh City
El Mercado
Miles de puestos a lo largo de estrechos pasillos en los que el viajero podrá comprar recuerdos de Vietnam a muy buen precio, siempre que esté dipuesto a practicar el arte del regateo. No temáis si sois agarrados por las dependientas para que acudáis a su puesto, ¡es parte de la vida del mercado!
Palacio de la Reunificación
Anteriormente conocido como Palacio de la Independencia, es el símbolo del fin de la Guerra de Vietnam, donde se firmó la entrega de la ciudad de Saigon al ejército de Vietnam del Norte. Momentos antes, un tanque norvietnamita había atravesado sus puertas.
Catedral de Notre Dame
Ho Chi Minh tiene su propia catedral de Notre Dame, de los tiempos en los que era colonia francesa, en las inmediaciones del Palacio de la Reunificación.
Museo de la Guerra
El Museo de la Guerra de Vietnam muestra al viajero infinidad de documentos (en su mayoría, gráficos) sobre la atroz Guerra de Vietnam. Un sitio obligado para conocer mejor la historia reciente del país sudasiático.
Ayuntamiento de Ho Chi Minh
Custodiado por la estatua de Ho Chi Minh, el Ayuntamiento se sitúa cerca de la Catedral de Notre Dame.
Todo este recorrido puede ser sin duda aderezado por un almuerzo a base de comida típica asiática (noodles y arroz no pueden faltar).
